Santos que
hablan: Eleguá, Oggún, Ochún.
Usted está
sentado sobre el dinero.
Tenga decisión
propia en la vida.
No se deje
influenciar por los que lo rodean.
Vístase de
blanco.
Oiga consejos
de sus mayores.
Cuide la
felicidad al lado de su pareja.
Tiene que
hacerse un recogimiento espiritual.
Debe ir al río
y bañarse porque su cuerpo está sucio, rompa la ropa que lleve puesta y deje
que la corriente del río se la lleve. Cuando salga la persona del río se le dan
dos chuchazos con ítamo real. La persona se viste con ropa limpia y en la casa
se le ruega la cabeza con dos palomas.
Un hijo suyo le
traerá suerte.
Debe hacer
santo.
La persona debe
ir al río y darle un chivito mamón a Ochún en la orilla del río. Se le dan tres
gío gío a Eleguá con la persona desnuda.
Límpiese con
huevo de gallina y rómpalo en la calle.
Dele de comer a
Ochún para vencer un obstáculo que usted tiene en la vida. Después le vendrá
una suerte.
Hay un niño al
que todo el mundo le tira y le echa la culpa de todo. Atiendan a ese niño que
es cabeza grande y salvará a su familia en un futuro.
No pelee en su
casa para que le venga suerte.
A usted le han
echado polvos.
Cuide y quiera
mucho a Ochún.
Revísese su
orina pues puede haber una enfermedad en la misma.
En este oddun
Obatalá le dio aché al camaleón (ponerse de varios colores). El camaleón hizo
ebbó y le ganó la guerra a Olocun.
Historia donde
había un campesino que le daba albergue a todo el mundo y un día la Suerte fue a probar si el
campesino tenía buen corazón, como se corría la voz, y este le dio albergue. A
media noche le preguntó al campesino que dónde hacía sus necesidades y este le
respondió que ahí mismo, por lo que la suerte comprobó que tenía buen corazón y
lo premió llenándole un cuarto con oro y dinero.